lunes, 13 de junio de 2011

“De que sale, sale”

Por Gabriel Suárez

Durante los más de catorce años que trabajé en turismo, una de las ramas a las que también me dediqué fue la de organización de grupos, congresos y convenciones alrededor de los cinco continentes.

El elaborar uno de estos eventos, conlleva trabajar con una precisión minuciosa para evitar un error que pueda causar cualquier molestia al cliente.

Era llamativo cómo al trabajar con operadores de diferentes países, y destaco China y Australia, esta precisión de coordinación era exacta y se revisaba más de una vez, para eliminar los posibles momentos críticos ante el cliente.

Sin embargo, al trabajar en México, en demasiadas ocasiones, esta precisión siempre era vista como un trabajo extra, excesivo e incluso una exageración innecesaria, ya que los prestadores de servicio, líneas aéreas, trasladistas terrestres, y guías, entre otros, decían dominar tanto lo que hacen, que no era necesario prevenir situaciones que muy rara vez ocurren. Y mi mente preguntaba ¿Por que no cambiar la rareza por nunca?

Y cuando les preguntaba: “¿qué pasará si se sale de control el grupo por no prevenir X situación?”,la respuesta era… No pero mira de que sale, sale.

Es por demás contar la cantidad de cartas que tenía que solicitar al prestador de servicios pidiendo una disculpa de su parte hacia nuestro cliente, porque finalmente, esa falta de prevención había causado dificultades.

En estos días, una de mis ocupaciones es mi incursión en la producción teatral junto con el ya experimentado productor, director y actor Cristóbal García-Naranjo, de una obra próxima a estrenar  este 1º de julio (www.elultimosabadodejunio.blogspot.com).
Y la historia se repite al intentar hacer una planeación correcta de esta próxima puesta en escena con el recinto teatral, y evitar posibles problemas con el montaje, mudanza, logística, planeación de ensayos, etc. Las respuestas son negativas, ya que no hace falta tanta planeación; ellos hacen eso todos los días, pero de haber algún contratiempo, no importa, por que de que sale, sale.

“A la mexicana”, “al ahí se va”, “aventarnos como el borras” (para generaciones anteriores), “de que sale, sale”, “al aventón”, “al chilazo”, “al ingue su”, “a  la Vicente Fox”, “igual es chicle y pega”… (¿se me fue alguna? Anótalas en el área de comentarios por favor), son expresiones a las que creo que estamos tan acostumbrados, que escuchamos y repetimos desde que somos niños, que ya es normal para gran parte de los mexicanos (y nunca generalizando), el tener un pensamiento muy limitado para llevar a cabo el servicio por el que recibimos una paga.

De este modo, nosotros mismos provocamos que en el momento que exista una oportunidad de crecimiento laboral, únicamente la veamos pasar y nunca nos sea propuesta o incluso, sea para un extranjero, más capaz y responsable.

Y yo me pregunto, ¿por qué tenemos que seguir trabajando en muchas áreas de este país, de manera tan poco planificada y con una calidad en nuestro servicio realmente baja, restringida o peor aún, mala?

Pero eso si, cuando nos piden el trabajo, DE QUE SALE, SALE.

1 comentario:

  1. "...USTED NO DEJE DE PREOCUPARSE"
    y la frase encierra una verdad, ya que no hay certeza de nada. Los acuerdos, los pactos, pueden ser o no ser a la mera hora. Frases como "Se me olvidó", "Se complicaron las cosas", "He andado en la loca", "Espérame tantito", "No hubo de otra", "No me llegó tu correo", se dejan venir y más vale que te hayan agarrado prevenido con plan B, C, D, E y F.
    Y de que sale, sale. Pero no necesariamente con la mayor precisión, con los mejores elementos, con la mejor calidad, con un buen sabor de boca.
    No es tan difícil darle la vuelta al asunto, es una cuestión de actitud. <--- Valdría la pena reflexionar sobre eso.

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