lunes, 31 de octubre de 2011

Jefe, por favor no te vayas

Por Gabriel Suárez

Los clientes son nuestro mejor jefe y la razón de ser para los empresarios.

El éxito de una empresa se basa fundamentalmente en la demanda de sus clientes. Ellos son los protagonistas principales y el factor más importante que interviene en el juego de los negocios: El jefe que nos guía.

Si la empresa no satisface las necesidades y deseos de sus clientes tendrá una existencia muy corta; el mercado ya no se asemeja en nada al de los años pasados, que era tan previsible y entendible.

Hoy día, todos los esfuerzos deben estar encaminados hacia el cliente, porque él es el verdadero impulsor de todas las actividades de la empresa. De nada sirve que el producto o el servicio sean de buena calidad, a precio competitivo o esté bien presentado, si no existen compradores. 

Gracias a mis últimos años como colaborador en una firma, soy consciente del error que cometen muchos empresarios al insistir en que la experiencia puede ser aplicable a cualquier situación, dándose cuenta demasiado tarde de que su empresa no está sufriendo una recesión pasajera, sino que ya ha quedado fuera del negocio.

La presión de la oferta de servicios, que es lo que nos atañe en Barea Solutions, así como la saturación de los mercados, obliga a las empresas de distintos sectores y tamaños a pensar y actuar con criterios distintos, para captar y retener a esos "clientes escurridizos" que no mantienen "lealtad" con las marcas, con las empresas y/o el servicio.

A diferencia de lo que muchas empresas tradicionales piensan aún y con las que tristemente me encuentro actualmente en situación de negociar, debemos tener siempre presente que el cliente:

· Es la persona más importante de nuestro negocio.
· No depende de nosotros, nosotros dependemos de él.
· Nos está comprando un producto o servicio y no haciéndonos un favor.
· Es el propósito de nuestro trabajo, no una interrupción al mismo.
· Es la parte más importante de nuestro negocio, no alguien ajeno al mismo.
· Es una persona que nos trae sus necesidades y deseos.
· Es merecedor del trato más cordial y atento que le podemos brindar.
· Es alguien a quien debemos complacer y no alguien con quien discutir o confrontar.
· Es la fuente de vida de este negocio y de cualquier otro.

Desde mi punto de vista, es una obligación para cada uno de los pequeños, medianos y grandes empresarios de este país, el preguntarse:
¿Para qué mejorar la atención a mis clientes?, ¿cómo hacerlo?, ¿me traerán ventajas o desventajas esos cambios? Entre otras.

Es seguro que muchos, cuando tenemos un jefe y queremos hacer nuestro trabajo impecable, nos preguntamos: ¿cómo hacer para agradar a un jefe nunca satisfecho?

Estos interrogantes encuentran respuesta a diario en el comportamiento de los consumidores, que reciben influencia de los medios de comunicación para modificar sus hábitos de compra con mucha rapidez.

Es necesario que entendamos y conozcamos las necesidades de nuestros clientes, que las empresas viven por y para el cliente y no esperar a perderlos para gritarles…

Jefe, por favor, ¡no te vayas! 


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